En una temporada en la que note a mis niños del comedor un tanto negativos, organicé un taller para trabajar la positividad. Todos tenían que buscar canciones alegres y optimistas. Dedicamos varios ratos a ir escuchando esas canciones y escoger las frases que más nos gustaban. Una vez escogidas, con folios en A-3 hicimos unos marcos de colores y dentro de ellos escribimos esas frases. Esos murales los pusimos en las paredes del comedor escolar para decorarlo durante el resto del curso, y recordarnos cada vez que los viéramos que hay que ser optimista.
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